









Desde sus posturas, las cuatro panelistas coincidieron en la importancia de este tipo de tratamiento incluyente del hijo/a en tanto que abre la posibilidad no solo de una rehabilitación exitosa sino también de garantizar el derecho del niño a un crecimiento saludable. “Por eso es tan importante darle la alternativa a la mujer de que ingrese con su hijo, de lo contrario, el otro camino sería la separación: que esté (el niño) con la familia extensa o enviarlo a residencias”, explicó Negroni.
En ese sentido, Muñoz consideró que este tipo de tratamiento cumple con varios de los elementos de la Convención sobre los Derechos del Niño, pero destacó la obligatoriedad de la participación del Estado. “Cómo el Estado responde a que esto sea una garantía efectiva y no determinada por los cupos limitados en una organización que hace esfuerzos desde la sociedad civil. Necesitamos una ley de garantía (de los derechos de la niñez) y articulación por parte de los organismos públicos”.
Para Carmen Gloria Lagos, quien tiene varios años abordando este tipo de situaciones a través del centro que dirige, los resultados de este tipo de tratamiento “han sido maravillosos. Trabajamos con tribunales de Familia, hacemos trabajo expedito con los niños y hemos desarrollado manuales de acción”. Además, Lagos aseguró que “las madres quieren ingresar con sus hijos a los centros de tratamiento para consumo problemático, pero no están las condiciones. Esa es mi experiencia”.
Por su parte, la psicóloga y representante del Senda explicó que la institución atiende a la mujer independientemente de los distintos roles que desempeñe en la sociedad. “Diseñamos un programa con sensibilidad de género, en donde ellas pudieran tener la oportunidad de ingresar a un programa residencial con sus hijos. Porque, además de cuidar el interés superior del niño, hay que entender que la mujer tiene derechos”.
¿Cómo mejorar?
“El Estado debe invertir en prevención. Cuando hablo de prevención me refiero quebrar la transgeneracionalidad de la violencia, y eso implica asumir el costo de saber que no van (el Estado) a tener nada que mostrar en un año, porque son procesos progresivos”. Patricia Muñoz, Defensora de los Derechos de la Niñez.
“Al interior de la judicatura ha sido progresivo el salir de la visión más asistencial, desde el niño objeto de protección hacia un niño sujeto de derecho; ampliar el concepto de familia; entender lo que es el interés superior del niño porque eso define la sociedad del futuro, sin embargo, no hay una política común, lo que existe es la Ley de Menores, pero necesitamos un cambio”, Gloria Negroni, jueza de Familia.
“Construir espacios saludables en los entornos que nos involucran directamente, y fortalecer y ampliar el programa de internación temprana que ya tenemos activo en los centros de atención primaria”. Marcela Lara, Senda.









